sábado, 20 de abril de 2013
jueves, 18 de abril de 2013
Se Nos Fueron...
Otro gran mostro al que tuve el placer de ver en directo una sola vez,aunque me hubiera gustado que hubieran sido cientos.
miércoles, 17 de abril de 2013
martes, 9 de abril de 2013
jueves, 4 de abril de 2013
El Olor Más Intimo de Cada Uno
Muchas veces me he preguntado a qué olemos los humanos. Bueno, más bien, a qué huele cada ser humano. Son muchos los olores que nos caracterizan de cara a los demás. Pero, ¿cuál es el olor personal más íntimo y que sólo uno puede reconocer al primer toque?
Después de muchos años de análisis de los olores personales que me acompañan, que son varios, creo que he llegado por fin a una conclusión.
Primero, pasaré a desglosar los diferentes olores estudiados de mi propio cuerpo y comparándolos con los de otras personas, y , segundo daré los motivos más irrefutables para desenmascarar al olor que me representa.
El primero de los olores en que piensa la mayoría de los encuestados es el de su propio pedo. Cabe destacar que al haber diferentes niveles de pedo, tanto en sonido como en contundencia o incluso solidez, hay también diferentes olores para cada tipo de éstos. Pero sí es verdad que existen un tipo de pedo standard y ese es el olor que creemos que nos caracteriza. Puede ser que así lo consideren algunas personas. Yo veo, más bien huelo, que el olor a pedo pudiera resultar muy específico de cada persona, pero me resultería patético que me recordaran o yo mismo me recordara por el olor de mis pedos. Hay personas, que por amistad, cercanía o costumbre, el olor de sus pedos pueda parecer familiar, amistoso... no agresivo. En mi caso, ni siquiera son demasiado olorosos, excepto si me he tomado unas tapas en los Hermanos Gómez. Aunque no soy yo nadie para juzgarlo. Por lo tanto, queda descartado. Medalla de bronce.
En segundo lugar, un olor también bastante común, sobre todo en verano y por estas tierras del sur donde hace tanta caló. Hay que reseñar que hay algunos personajes sueltos que aunque sea enero con 3º C bajo cero desprenden hedor más que olor. No es otro que el olor de los sobacos.
Yo tengo un olor medio fuerte de sobacos, pero siempre llevo desodorante en el coche por si me pilla de paso a algún sitio inesperado. En el trabajo, siempre tengo un bote en la taquilla y de vez en cuando, ffffssssshhhhhh. A la sobaquera y listo. Y en casa, después de la ducha.
Es cierto que puede resultar hasta atractivo tu propio olor sobaquil, incluso el de otra persona. Los hay también muuuuu desagradables.
El problema de cualquier olor a sobaco es que pudiera ser que te recordaran más por guarro en general, que por un olor más o menos sexy. Por lo que quedaría para mi en segundo puesto muy meritorio.
Y, por fin, la ansiada medalla de oro. Según los datos que he recopilado preguntando y oliendo a amigos, pareja y algún que otro viandante, hay un olor que no puede ser comparado con ningún otro. Es un olor que sólo uno mismo posee y, lo más importante, lo posee siempre que quiere. Y no se olvida jamás. Hay mucha gente que ni siquiera sabe que lo tiene o que no se ha dado cuenta. O, simplemente que lo oculta con algún químico perfumado. Para saber cuál es ese grandioso aroma sólo hay que pasar el dedo índice por el sitio donde se unen la pierna y la ingle. Ahí suele haber unas arruguitas. En los hombres sería el lugar donde la pierna choca con los testículos.En la mujer es justo donde acaban los pelos de la ingle. Pues levantando los testículos con el dedo índice se consigue el olor, tu olor, el de uno mismo. La esencia. Así sólo hueles tú. No se puede comparar. No es un olor agresivo, invasivo...Es tierno, es suave y aunque no huele a rosas no huele mal. Si hacéis la prueba os enamoraréis de ese olor.
Además, creo que tiene poderes afrodisíacos. Pero no en ti, si no en quien te lo huele. Claro, que si alguien te lo huele de cerca no necesitas afrodisíacos. Aún así hay una manera de que alguien que tú quieras te huela ese olor. Es un consejo para ligar. Pásate el dedo índice, o cualquier otro, por el sitio en cuestión y acto seguido te tocas la nariz con ese mismo dedo. Después dále dos besos y et voila. Caerá en tus brazos.
Espero que os haya gustado.
Después de muchos años de análisis de los olores personales que me acompañan, que son varios, creo que he llegado por fin a una conclusión.
Primero, pasaré a desglosar los diferentes olores estudiados de mi propio cuerpo y comparándolos con los de otras personas, y , segundo daré los motivos más irrefutables para desenmascarar al olor que me representa.
El primero de los olores en que piensa la mayoría de los encuestados es el de su propio pedo. Cabe destacar que al haber diferentes niveles de pedo, tanto en sonido como en contundencia o incluso solidez, hay también diferentes olores para cada tipo de éstos. Pero sí es verdad que existen un tipo de pedo standard y ese es el olor que creemos que nos caracteriza. Puede ser que así lo consideren algunas personas. Yo veo, más bien huelo, que el olor a pedo pudiera resultar muy específico de cada persona, pero me resultería patético que me recordaran o yo mismo me recordara por el olor de mis pedos. Hay personas, que por amistad, cercanía o costumbre, el olor de sus pedos pueda parecer familiar, amistoso... no agresivo. En mi caso, ni siquiera son demasiado olorosos, excepto si me he tomado unas tapas en los Hermanos Gómez. Aunque no soy yo nadie para juzgarlo. Por lo tanto, queda descartado. Medalla de bronce.
En segundo lugar, un olor también bastante común, sobre todo en verano y por estas tierras del sur donde hace tanta caló. Hay que reseñar que hay algunos personajes sueltos que aunque sea enero con 3º C bajo cero desprenden hedor más que olor. No es otro que el olor de los sobacos.
Yo tengo un olor medio fuerte de sobacos, pero siempre llevo desodorante en el coche por si me pilla de paso a algún sitio inesperado. En el trabajo, siempre tengo un bote en la taquilla y de vez en cuando, ffffssssshhhhhh. A la sobaquera y listo. Y en casa, después de la ducha.
Es cierto que puede resultar hasta atractivo tu propio olor sobaquil, incluso el de otra persona. Los hay también muuuuu desagradables.
El problema de cualquier olor a sobaco es que pudiera ser que te recordaran más por guarro en general, que por un olor más o menos sexy. Por lo que quedaría para mi en segundo puesto muy meritorio.
Y, por fin, la ansiada medalla de oro. Según los datos que he recopilado preguntando y oliendo a amigos, pareja y algún que otro viandante, hay un olor que no puede ser comparado con ningún otro. Es un olor que sólo uno mismo posee y, lo más importante, lo posee siempre que quiere. Y no se olvida jamás. Hay mucha gente que ni siquiera sabe que lo tiene o que no se ha dado cuenta. O, simplemente que lo oculta con algún químico perfumado. Para saber cuál es ese grandioso aroma sólo hay que pasar el dedo índice por el sitio donde se unen la pierna y la ingle. Ahí suele haber unas arruguitas. En los hombres sería el lugar donde la pierna choca con los testículos.En la mujer es justo donde acaban los pelos de la ingle. Pues levantando los testículos con el dedo índice se consigue el olor, tu olor, el de uno mismo. La esencia. Así sólo hueles tú. No se puede comparar. No es un olor agresivo, invasivo...Es tierno, es suave y aunque no huele a rosas no huele mal. Si hacéis la prueba os enamoraréis de ese olor.
Además, creo que tiene poderes afrodisíacos. Pero no en ti, si no en quien te lo huele. Claro, que si alguien te lo huele de cerca no necesitas afrodisíacos. Aún así hay una manera de que alguien que tú quieras te huela ese olor. Es un consejo para ligar. Pásate el dedo índice, o cualquier otro, por el sitio en cuestión y acto seguido te tocas la nariz con ese mismo dedo. Después dále dos besos y et voila. Caerá en tus brazos.
Espero que os haya gustado.
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